Si Cézanne se cuenta entre uno de mis pintores predilectos es, en parte, gracias a esta novela de Émile Zola: "La Obra". Publicada en 1886, se dice de ella que es la novela más autobiográfica del autor y que está inspirada en la relación del propio Zola con Cézanne.
En la narración, queda reflejada la perseverancia y la angustia de un artista incomprendido por muchos, que vuelca su alma en la obra de su vida, la que le quita el sueño y reclama cada mínima parte de su genio. Dice así en la contraportada: "Novela sobre la naturaleza de la creación artística, sobre el amor, la amistad y también sobre el fascinante y complejo alumbramiento del impresionismo".
"..., precisamente a propósito de un álamo coloreado de azul, él le hizo constatar, en la propia naturaleza, aquel azulado delicado de las hojas. Y no cabía duda, el árbol era azul; pero, en el fondo, no se daba por vencida, condenaba la realidad: en la naturaleza no podía haber árboles azules."
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