jueves, 26 de mayo de 2011

Bleak House

A Dickens hay que leerlo, si se puede, en inglés. 
Llego a esta conclusión después de haber comenzado su genial "Casa Desolada" en una edición en castellano y terminarlo remitiéndome en cada capítulo a la versión original. La ironía del autor alcanza su máximo en el idioma que la concibió: el más sarcástico por excelencia.


"Bleak House" es un libro que a primera vista impresiona. Parece que uno tenga que respirar hondo antes de sumergirse en la montaña que conforman sus páginas. Sin embargo, la historia entra rápido, sin esfuerzo, como sucede siempre con este gran escritor, que sabe robar sonrisas mejor que nadie. A medida que he ido avanzando en su lectura, me he descubierto en ocasiones con ganas de dejar el libro a un lado y aplaudir. Ovacionar la pluma de un escritor de escritores que sabe exprimir cada línea en el papel.

Hay lecturas obligadas. Y también autores. Charles Dickens es un must. Y su Londres decimonónico, otro.

Baker Street

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