lunes, 31 de enero de 2011

Nightmare

Encuentro, en el blog de Enrique García Máiquez, un poema de Ángel Mendoza que me dibuja en los labios una sonrisa repentina. La acompaña un revoloteo en el estómago. Suena a abrazo que no llega.

NIGHTMARE

Era de nuevo octubre del noventa
y en el viejo autobús hacia la Facultad
se sentó junto a mí,
pero en cambio esta vez no dije nada.
Así que nunca más la volví a ver,
y nunca coincidí con ella en ningún sitio,
ni pude presentarme, ni insistí en que supiera
mi pasado de niño de barrio pobretón.
Tampoco se partió de risa con mis chistes
sobados y patéticos,
ni accedió pensativa, haciéndose la dura,
a ver una película de moda en esos años,
Nightmare, (ni a los refrescos
invitó ella y a las copas yo.)
Así que no nos vimos muchos años después,
recién salidos de otra pesadilla,
y no hablamos mil horas por teléfono,
y no hicimos un nudo de aquellas cuerdas rotas,
y una mañana no naciste tú,
y yo no te escribía jamás este poema. 

De Horario de invierno (Pre-Textos, 2005)


Baker Street

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