viernes, 5 de agosto de 2011

De Anna Karénina

Karenin ya conoce la infidelidad de Ana con Vronski. Está hablando con la cuñada de su esposa, Dolly, quien intenta persuadirle para que la perdone. Pero Ana está tan decidida a abandonar a su marido como Karenin a solicitar el divorcio. Demasiadas cosas han pasado: demasiadas mentiras y engaños. No había amor entre ellos, pero ahora sólo hay desprecio. La odia demasiado, y ya no hay vuelta atrás.

Esta es, para mi, una de las mejores frases que he leído hasta ahora de la novela.

"-Amad a los que nos odian-, murmuró Daria Aleksándrovna avergonzada.

Alekséi Aleksándrovich sonrió con desprecio. Conocía muy bien esas palabras, pero no podían aplicarse a su caso.

-Se puede amar a los que nos odian, pero no a quienes odiamos".

Anna Karénina. Página 494.

Baker Street.

4 comentarios:

  1. Pues sí que tiene razón esa frase :)
    Por raro que nos parezca, podemos querer a personas que nos odian.
    Un beso!^^

    ResponderEliminar
  2. Hummm... No odiamos a cualquiera. Lo despreciamos, sentimos ira y nos gustaría que le pasase todo lo malo habido y por haber... Pero el odio es otra cosa.

    En el odio hay autoría, quieres hacer ese daño tú o, al menos, necesitas presenciarlo... Quieres disfrutar de ese sufrimiento ajeno.

    Y, fíjate, dentro de mi "nada aconsejable" forma de ser con respecto a los demás, estoy convencida del perdón para aquellos por los que no sentimos nada. Pero se me hace muy cuesta arriba perdonar a quienes siguen dentro de mi corazón.

    Buena frase, Esther... mejor libro.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola! Desde luego, tienes razón en decir que, cuando uno odia, desea ver sufrir a ese sujeto.

    Por supuesto, cuando te decepciona una persona a la que quieres la herida es más profunda que cuando el daño lo inflige alguien por quien no sientes nada relevante. No creo que tu proceder sea "nada aconsejable", sino lógico: las traiciones duelen, y sólo nos sentimos traicionados por alguien a quien amamos.

    Por mi parte, yo pienso que el perdón existe cuando hay arrepentimiento; si no, ¿de qué sirve el perdón?

    Gracias por tu comentario. Ahora ha dado un giro inesperado; cuando lo acabe a lo mejor comento la novela.

    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar