viernes, 15 de julio de 2011

Salomé

Hay días en los que te levantas con más energía de la habitual; otros, en los que te sientes más inspirada. Días en los que te miras en el espejo y te ves resplandeciente. Y luego, hay días en los que entras en la librería y el primer libro que golpea tus ojos, anulando al resto de sentidos, es "Salomé" de Oscar Wilde con ilustraciones de Aubrey Beardsley, tal y como se publicó el original allá por 1893 para su representación francesa.




Por días así, entiendo que tenga que haber mañanas en las que nos cueste más levantarnos de la cama, sólo para compensar y hacer que disfrutemos todavía más del descubrimiento de un tesoro como éste.

Baker Street

1 comentario:

  1. Cierto... pero nos siguen faltando joyas de este tipo para equilibrar. Que madrugamos todos los días!

    Leer esta entrada me ha recordado la misteriosa traducción de Lysistrata (sobre todo por las ilustraciones). Como buena historia de Oscar, hay verdades no confesadas y confesiones poco veraces.


    Un abrazo

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